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PRODUCCIÓN DE HUEVOS ECOLÓGICOS
IDEA:
Instalación de una pequeña granja de 350 gallinas de huevos ecológicos, donde se obtiene una media de al menos 240 huevos diarios, para diversificar la actividad y complementar las rentas de las explotaciones agrícolas ecológicas.
La intensificación de la producción avícola en los años 70, favoreció que el consumidor, pudiera acceder a un producto de alta calidad nutritiva a precios razonables. Sin embargo, la creciente preocupación sobre el bienestar de los animales de granja, la seguridad alimentaria y los efectos medioambientales de los residuos ganaderos están provocando una reorientación de la actividad agroganadera hacia una producción más extensiva y respetuosa con el bienestar animal, la calidad de los productos obtenidos y el impacto medioambiental.
En este sentido, una alternativa a la producción intensiva de huevos es la producción ecológica, también llamada orgánica o biológica.
Aunque la producción semiextensiva de huevos camperos siempre se ha mantenido en las pequeñas explotaciones agrarias tradicionales, la regulación europea de la ganadería ecológica no se estableció hasta 1999. Es fácil por tanto comprender que la producción ecológica de huevos es una actividad muy reciente, que está comenzando su implantación precisamente en estos años.
EL ENTORNO
OPORTUNIDADES:
La creciente importancia del bienestar animal. La producción intensiva de huevos, que persigue la máxima productividad manteniendo enjauladas a las ponedoras, está siendo seriamente cuestionada por la Unión Europea, que está considerando la posibilidad de prohibir a medio plazo el enjaulamiento de las gallinas.
La potenciación europea de la agricultura ecológica. El Plan de acción de la Unión Europea a favor de la agricultura ecológica y, en el mismo sentido, el Plan Estratégico del Ministerio de Agricultura, prevén subvenciones superiores al 50% de la inversión y otras ayudas para la asistencia técnica y la comercialización.
La demanda de alimentos de calidad. La mejora del poder adquisitivo de los consumidores va asociada a una mayor preocupación por la calidad de los alimentos consumidos. En este sentido, el sistema ecológico ofrece al consumidor un producto diferenciado de alta calidad y valor añadido.
La diversificación de la explotación familiar agraria. Este negocio de la producción ecológica de huevos posee varios atractivos para la diversificación de las explotaciones agrarias, pues además de requerir una inversión inicial relativamente baja (unos 42 € por gallina alojada), disfruta de subvenciones, no exige una dedicación especializada y permite una complementación importante de la renta familiar agraria.
La producción ecológica se basa en el libre acceso de las ponedoras a los patios de ejercicio. En este sentido, las condiciones climáticas favorables son una oportunidad específica para las explotaciones agrícolas.
AMENAZAS
La especialización del mercado. La producción agraria ecológica está orientada hacia un segmento de mercado con un cierto nivel de interés sobre las condiciones de producción y calidad de los alimentos. Por otra parte, aunque en continuo crecimiento, la producción ecológica de alimentos es relativamente escasa. Como resultado, el mercado de los alimentos ecológicos es aún limitado. No obstante, la relativamente pequeña producción de la granja familiar agraria no exige la existencia de una gran masa crítica de consumidores.
El desconocimiento del producto. El desconocimiento del consumidor sobre las características de la producción ecológica y la confusión creada por algunos productores foráneos que utilizan muy frecuentemente marcas comerciales para la comercialización de sus productos, las cuales no responden realmente al proceso de producción que se ha seguido, tales como huevos camperos, huevos del país y huevos de la tierra, suponen una seria amenaza para los huevos ecológicos. No obstante, es previsible que el desarrollo del mercado de productos ecológicos facilite la diferenciación de estos productos y familiarice al consumidor con la denominación ecológica.
EL SECTOR DE ACTIVIDAD EN EL QUE SE DESARROLLA EL NEGOCIO
Factores de atracción
La buena imagen de los alimentos ecológicos. La principal fortaleza de los productos ecológicos es su buena imagen en un momento en el que la seguridad alimentaria es una demanda prioritaria de los consumidores.
La escasa competencia. En contraste con la saturación del mercado de huevos convencionales, la escasa oferta de huevos ecológicos a medio plazo favorece la venta del producto a precios interesantes (alrededor de 2€ la docena, frente a menos de la mitad los huevos convencionales). Las expectativas de un incremento de la demanda auguran unas buenas condiciones de mercado durante los próximos años.
Factores de disuasión
Descenso del consumo de huevos. El consumo de huevos ha descendido de manera sostenida desde los años 80, de tal manera que el consumo por habitante es actualmente de unos 225 huevos anuales, un 15% menos que hace 15 años.
Las necesidades de territorio. La producción ecológica de huevos precisa de un territorio relativamente amplio, tanto para patios como para cultivos ecológicos donde aplicar el estiércol producido. Esta exigencia territorial puede debilitar el desarrollo de las granjas ecológicas.
La escasez de proveedores. La granja avícola ecológica debe abastecerse de instalaciones, sanidad, genética y piensos ecológicos. La escasez actual de proveedores dificulta el desarrollo de la actividad.
La necesidad de anotación de las actividades rutinarias. La necesidad de registrar las actividades corrientes realizadas en la granja (compra de animales y piensos, tratamientos sanitarios, venta de productos, etc.) puede desalentar a las explotaciones familiares no habituadas a llevar una contabilidad.
NORMATIVA LEGAL QUE AFECTA AL NEGOCIO
El huevo ecológico se obtiene en granjas inscritas en el Consejo Regulador de Agricultura Ecológica (CRAE), las cuales deben cumplir unos estrictos requisitos en cuanto al bienestar de los animales, la calidad de la alimentación ó el impacto ambiental de los residuos. Estas normas de producción están recogidas en el Reglamento 2092/91 de dicho Consejo sobre la producción agraria ecológica (http://europe.eu.int/comm/agriculture/qual/organic/index_es.htm), que regula las condiciones de las instalaciones, los piensos, el destino del estiércol y otros aspectos de las granjas ecológicas. Algunos de estos aspectos serán abordados a continuación con más detalle.
Las instalaciones necesarias. Mientras que en los sistemas convencionales las ponedoras se alojan en jaulas, la producción ecológica prohíbe enjaular a las gallinas, debiendo disponer las granjas de dos tipos de instalaciones:
- Gallinero para el descanso y la puesta. El gallinero no debe alojar más de 3.000 gallinas y ha de permitir una buena ventilación e iluminación natural, así como el libre acceso de las gallinas a los patios. Las características de los gallineros están relacionadas con su dimensión, que ha de ser suficiente para que la densidad no sea mayor de 6 gallinas por metros cuadrados y deben disponer de suficiente longitud de perchas para permitir que cada ponedora disponga al menos de 18 centímetros y de un nidal por cada 8 ponedoras, o de 120 centímetros cuadrados de nidal por cada ponedora cuando el nidal sea colectivo. El progresivo desarrollo de las granjas ecológicas ha favorecido que actualmente ya existan proveedores que ofrecen gallineros desmontables y móviles adaptados a los requerimientos de la avicultura ecológica europea.
- Patios para el ejercicio y el picoteo. La granja ecológica debe disponer de patios con vegetación a los que tengan libre acceso las gallinas siempre que las condiciones metereológicas lo permitan, debiendo disponer de al menos 4 metros cuadrados de patio por cada ponedora alojada. Asimismo, estos patios deben estar vallados y disponer de comederos y bebederos. Finalmente, la utilización de los patios se debe interrumpir periódicamente para realizar un vacío sanitario y permitir el crecimiento de la vegetación, por lo que la utilización de gallineros móviles facilita realizar la rotación de las gallinas en diferentes patios.
El respeto medioambiental. Un aspecto fundamental en la producción ecológica es el destino del estiércol producido por las gallinas.El alto contenido nitrogenado del estiércol de ponedora puede provocar una contaminación de los suelos abonados y de las capas freáticas. Por este motivo, está regulado que el estiércol se debe emplear preferentemente para abonar los cultivos ecológicos que integren la explotación, por lo que la regulación europea de la producción ecológica exige, en principio, que la explotación disponga al menos de una hectárea de cultivos ecológicos por cada 230 gallinas alojadas.No obstante, la granja ecológica puede disponer de menos superficie de cultivo siempre que contrate con otra explotación ecológica el empleo del estiércol producido en la explotación, respetando la densidad de 230 gallinas por hectárea disponible de cultivo ecológico propio o concertado.
Otros aspectos normativos de la producción ecológica. Además de los aspectos relacionados con el territorio, como la densidad de los patios o la disponibilidad de cultivos ecológicos donde emplear el estiércol producido, la legislación europea también regula otros aspectos de la producción:
- La calidad de la alimentación. Las gallinas se han de alimentar con raciones que contengan al menos un 80% de alimentos obtenidos mediante agricultura ecológica. En contraste con los piensos habituales de las gallinas convencionales, la alimentación de las ponedoras ecológicas debe incluir forrajes y evitar la utilización de aminoácidos sintéticos y harina de soja obtenida mediante extracción con solventes orgánicos. Además, los piensos ecológicos pueden contener una complementación vitamínico-mineral, pero está prohibida la inclusión de antibióticos y coccidiostáticos preventivos. Actualmente ya existen fábricas de pienso que elaboran piensos ecológicos de ponedoras adaptados a las condiciones de calidad exigidas por la normativa europea.
- Los tratamientos sanitarios. Los sistemas ecológicos pretenden garantizar el bienestar sanitario de los animales mediante los alojamientos de baja densidad y la selección de estirpes de gallinas ponedoras resistentes a las condiciones del entorno, como razas autóctonas o más frecuentemente las mismas estirpes semipesados utilizadas en la producción intensiva. Asimismo, se pueden realizar tratamientos antiparasitarios y aquellas vacunaciones consideradas como obligatorias por las autoridades sanitarias.
Solamente se puede efectuar un tratamiento con antibióticos alopáticos durante todo el ciclo productivo, debiendo respetarse un amplio periodo de espera antes de comercializar los huevos tras el tratamiento alopático. Finalmente, la regulación europea permite el recorte de picos en casos justificados y la iluminación artificial de los gallineros siempre que a las ponedoras se les permita al menos 8 horas continuadas de descanso nocturno.
La garantía de la calidad ecológica. El garantizar al consumidor que los huevos adquiridos han sido efectivamente obtenidos respetando todas las condiciones de producción ecológica es un aspecto que la normativa considera fundamental. Por este motivo, la granja ecológica ha de llevar un registro de los lotes de ponedoras que aloja, los alimentos utilizados y los tratamientos sanitarios efectuados, así como de los huevos producidos y el canal por el que se han comercializado.
Requisitos básicos legales y administrativos para el inicio de la actividad. La puesta en funcionamiento de una pequeña granja de ponedoras complementaria de la explotación agrícola ha de cumplir ciertos requisitos agroganaderos y sanitarios:
- Inscripción en el Registro de explotaciones ganaderas, que se puede solicitar en la Agencia de Extensión Agraria correspondiente.
- Adquisición del libro de explotaciones ganaderas, que se vende en algunas librerías especializadas.
- Inscripción en el Consejo Regulador de Agricultora Ecológica, que se solicita en la Consejería de Agricultura.
- Inscripción en el Registro general sanitario de alimentos, que supone la autorización sanitaria para comercializar los huevos producidos.
CONTINUARA............
Instalación de una pequeña granja de 350 gallinas de huevos ecológicos, donde se obtiene una media de al menos 240 huevos diarios, para diversificar la actividad y complementar las rentas de las explotaciones agrícolas ecológicas.
La intensificación de la producción avícola en los años 70, favoreció que el consumidor, pudiera acceder a un producto de alta calidad nutritiva a precios razonables. Sin embargo, la creciente preocupación sobre el bienestar de los animales de granja, la seguridad alimentaria y los efectos medioambientales de los residuos ganaderos están provocando una reorientación de la actividad agroganadera hacia una producción más extensiva y respetuosa con el bienestar animal, la calidad de los productos obtenidos y el impacto medioambiental.
En este sentido, una alternativa a la producción intensiva de huevos es la producción ecológica, también llamada orgánica o biológica.
Aunque la producción semiextensiva de huevos camperos siempre se ha mantenido en las pequeñas explotaciones agrarias tradicionales, la regulación europea de la ganadería ecológica no se estableció hasta 1999. Es fácil por tanto comprender que la producción ecológica de huevos es una actividad muy reciente, que está comenzando su implantación precisamente en estos años.
EL ENTORNO
OPORTUNIDADES:
La creciente importancia del bienestar animal. La producción intensiva de huevos, que persigue la máxima productividad manteniendo enjauladas a las ponedoras, está siendo seriamente cuestionada por la Unión Europea, que está considerando la posibilidad de prohibir a medio plazo el enjaulamiento de las gallinas.
La potenciación europea de la agricultura ecológica. El Plan de acción de la Unión Europea a favor de la agricultura ecológica y, en el mismo sentido, el Plan Estratégico del Ministerio de Agricultura, prevén subvenciones superiores al 50% de la inversión y otras ayudas para la asistencia técnica y la comercialización.
La demanda de alimentos de calidad. La mejora del poder adquisitivo de los consumidores va asociada a una mayor preocupación por la calidad de los alimentos consumidos. En este sentido, el sistema ecológico ofrece al consumidor un producto diferenciado de alta calidad y valor añadido.
La diversificación de la explotación familiar agraria. Este negocio de la producción ecológica de huevos posee varios atractivos para la diversificación de las explotaciones agrarias, pues además de requerir una inversión inicial relativamente baja (unos 42 € por gallina alojada), disfruta de subvenciones, no exige una dedicación especializada y permite una complementación importante de la renta familiar agraria.
La producción ecológica se basa en el libre acceso de las ponedoras a los patios de ejercicio. En este sentido, las condiciones climáticas favorables son una oportunidad específica para las explotaciones agrícolas.
AMENAZAS
La especialización del mercado. La producción agraria ecológica está orientada hacia un segmento de mercado con un cierto nivel de interés sobre las condiciones de producción y calidad de los alimentos. Por otra parte, aunque en continuo crecimiento, la producción ecológica de alimentos es relativamente escasa. Como resultado, el mercado de los alimentos ecológicos es aún limitado. No obstante, la relativamente pequeña producción de la granja familiar agraria no exige la existencia de una gran masa crítica de consumidores.
El desconocimiento del producto. El desconocimiento del consumidor sobre las características de la producción ecológica y la confusión creada por algunos productores foráneos que utilizan muy frecuentemente marcas comerciales para la comercialización de sus productos, las cuales no responden realmente al proceso de producción que se ha seguido, tales como huevos camperos, huevos del país y huevos de la tierra, suponen una seria amenaza para los huevos ecológicos. No obstante, es previsible que el desarrollo del mercado de productos ecológicos facilite la diferenciación de estos productos y familiarice al consumidor con la denominación ecológica.
EL SECTOR DE ACTIVIDAD EN EL QUE SE DESARROLLA EL NEGOCIO
Factores de atracción
La buena imagen de los alimentos ecológicos. La principal fortaleza de los productos ecológicos es su buena imagen en un momento en el que la seguridad alimentaria es una demanda prioritaria de los consumidores.
La escasa competencia. En contraste con la saturación del mercado de huevos convencionales, la escasa oferta de huevos ecológicos a medio plazo favorece la venta del producto a precios interesantes (alrededor de 2€ la docena, frente a menos de la mitad los huevos convencionales). Las expectativas de un incremento de la demanda auguran unas buenas condiciones de mercado durante los próximos años.
Factores de disuasión
Descenso del consumo de huevos. El consumo de huevos ha descendido de manera sostenida desde los años 80, de tal manera que el consumo por habitante es actualmente de unos 225 huevos anuales, un 15% menos que hace 15 años.
Las necesidades de territorio. La producción ecológica de huevos precisa de un territorio relativamente amplio, tanto para patios como para cultivos ecológicos donde aplicar el estiércol producido. Esta exigencia territorial puede debilitar el desarrollo de las granjas ecológicas.
La escasez de proveedores. La granja avícola ecológica debe abastecerse de instalaciones, sanidad, genética y piensos ecológicos. La escasez actual de proveedores dificulta el desarrollo de la actividad.
La necesidad de anotación de las actividades rutinarias. La necesidad de registrar las actividades corrientes realizadas en la granja (compra de animales y piensos, tratamientos sanitarios, venta de productos, etc.) puede desalentar a las explotaciones familiares no habituadas a llevar una contabilidad.
NORMATIVA LEGAL QUE AFECTA AL NEGOCIO
El huevo ecológico se obtiene en granjas inscritas en el Consejo Regulador de Agricultura Ecológica (CRAE), las cuales deben cumplir unos estrictos requisitos en cuanto al bienestar de los animales, la calidad de la alimentación ó el impacto ambiental de los residuos. Estas normas de producción están recogidas en el Reglamento 2092/91 de dicho Consejo sobre la producción agraria ecológica (http://europe.eu.int/comm/agriculture/qual/organic/index_es.htm), que regula las condiciones de las instalaciones, los piensos, el destino del estiércol y otros aspectos de las granjas ecológicas. Algunos de estos aspectos serán abordados a continuación con más detalle.
Las instalaciones necesarias. Mientras que en los sistemas convencionales las ponedoras se alojan en jaulas, la producción ecológica prohíbe enjaular a las gallinas, debiendo disponer las granjas de dos tipos de instalaciones:
- Gallinero para el descanso y la puesta. El gallinero no debe alojar más de 3.000 gallinas y ha de permitir una buena ventilación e iluminación natural, así como el libre acceso de las gallinas a los patios. Las características de los gallineros están relacionadas con su dimensión, que ha de ser suficiente para que la densidad no sea mayor de 6 gallinas por metros cuadrados y deben disponer de suficiente longitud de perchas para permitir que cada ponedora disponga al menos de 18 centímetros y de un nidal por cada 8 ponedoras, o de 120 centímetros cuadrados de nidal por cada ponedora cuando el nidal sea colectivo. El progresivo desarrollo de las granjas ecológicas ha favorecido que actualmente ya existan proveedores que ofrecen gallineros desmontables y móviles adaptados a los requerimientos de la avicultura ecológica europea.
- Patios para el ejercicio y el picoteo. La granja ecológica debe disponer de patios con vegetación a los que tengan libre acceso las gallinas siempre que las condiciones metereológicas lo permitan, debiendo disponer de al menos 4 metros cuadrados de patio por cada ponedora alojada. Asimismo, estos patios deben estar vallados y disponer de comederos y bebederos. Finalmente, la utilización de los patios se debe interrumpir periódicamente para realizar un vacío sanitario y permitir el crecimiento de la vegetación, por lo que la utilización de gallineros móviles facilita realizar la rotación de las gallinas en diferentes patios.
El respeto medioambiental. Un aspecto fundamental en la producción ecológica es el destino del estiércol producido por las gallinas.El alto contenido nitrogenado del estiércol de ponedora puede provocar una contaminación de los suelos abonados y de las capas freáticas. Por este motivo, está regulado que el estiércol se debe emplear preferentemente para abonar los cultivos ecológicos que integren la explotación, por lo que la regulación europea de la producción ecológica exige, en principio, que la explotación disponga al menos de una hectárea de cultivos ecológicos por cada 230 gallinas alojadas.No obstante, la granja ecológica puede disponer de menos superficie de cultivo siempre que contrate con otra explotación ecológica el empleo del estiércol producido en la explotación, respetando la densidad de 230 gallinas por hectárea disponible de cultivo ecológico propio o concertado.
Otros aspectos normativos de la producción ecológica. Además de los aspectos relacionados con el territorio, como la densidad de los patios o la disponibilidad de cultivos ecológicos donde emplear el estiércol producido, la legislación europea también regula otros aspectos de la producción:
- La calidad de la alimentación. Las gallinas se han de alimentar con raciones que contengan al menos un 80% de alimentos obtenidos mediante agricultura ecológica. En contraste con los piensos habituales de las gallinas convencionales, la alimentación de las ponedoras ecológicas debe incluir forrajes y evitar la utilización de aminoácidos sintéticos y harina de soja obtenida mediante extracción con solventes orgánicos. Además, los piensos ecológicos pueden contener una complementación vitamínico-mineral, pero está prohibida la inclusión de antibióticos y coccidiostáticos preventivos. Actualmente ya existen fábricas de pienso que elaboran piensos ecológicos de ponedoras adaptados a las condiciones de calidad exigidas por la normativa europea.
- Los tratamientos sanitarios. Los sistemas ecológicos pretenden garantizar el bienestar sanitario de los animales mediante los alojamientos de baja densidad y la selección de estirpes de gallinas ponedoras resistentes a las condiciones del entorno, como razas autóctonas o más frecuentemente las mismas estirpes semipesados utilizadas en la producción intensiva. Asimismo, se pueden realizar tratamientos antiparasitarios y aquellas vacunaciones consideradas como obligatorias por las autoridades sanitarias.
Solamente se puede efectuar un tratamiento con antibióticos alopáticos durante todo el ciclo productivo, debiendo respetarse un amplio periodo de espera antes de comercializar los huevos tras el tratamiento alopático. Finalmente, la regulación europea permite el recorte de picos en casos justificados y la iluminación artificial de los gallineros siempre que a las ponedoras se les permita al menos 8 horas continuadas de descanso nocturno.
La garantía de la calidad ecológica. El garantizar al consumidor que los huevos adquiridos han sido efectivamente obtenidos respetando todas las condiciones de producción ecológica es un aspecto que la normativa considera fundamental. Por este motivo, la granja ecológica ha de llevar un registro de los lotes de ponedoras que aloja, los alimentos utilizados y los tratamientos sanitarios efectuados, así como de los huevos producidos y el canal por el que se han comercializado.
Requisitos básicos legales y administrativos para el inicio de la actividad. La puesta en funcionamiento de una pequeña granja de ponedoras complementaria de la explotación agrícola ha de cumplir ciertos requisitos agroganaderos y sanitarios:
- Inscripción en el Registro de explotaciones ganaderas, que se puede solicitar en la Agencia de Extensión Agraria correspondiente.
- Adquisición del libro de explotaciones ganaderas, que se vende en algunas librerías especializadas.
- Inscripción en el Consejo Regulador de Agricultora Ecológica, que se solicita en la Consejería de Agricultura.
- Inscripción en el Registro general sanitario de alimentos, que supone la autorización sanitaria para comercializar los huevos producidos.
CONTINUARA............
CALENDARIO DE LA NATURALEZA (SONIDOS)
El paisaje sonoro se modifica con el paso de las estaciones. En las próximas semanas, los sucesivos sonidos que irán apareciendo conformarán un calendario sonoro, un catálogo de las situaciones que se producen en el campo con el paso de los meses, a las diferentes horas del día.
Cada momento y cada lugar tendrán sus voces dominantes, sus fondos característicos. Para empezar vamos a reunirlos a todos sobre la base de un texto original de una persona que no se conforma sólo con escuchar. Joaquín Araújo ha escrito un peculiar calendario, en el que cada mes viene definido por las llamadas que le son más características. Un auténtico catálogo de arqueología lingüística, podríamos decir, que utiliza denominaciones desconocidas para la mayoría, y que demuestra lo certero que puede llegar a ser el lenguaje cuando quien lo usa es también un fino observador.
TODOS LOS ARCHIVOS:http://www.elmundo.es/especiales/2008/05/ciencia/sonido_naturaleza/archivo.htmlCada momento y cada lugar tendrán sus voces dominantes, sus fondos característicos. Para empezar vamos a reunirlos a todos sobre la base de un texto original de una persona que no se conforma sólo con escuchar. Joaquín Araújo ha escrito un peculiar calendario, en el que cada mes viene definido por las llamadas que le son más características. Un auténtico catálogo de arqueología lingüística, podríamos decir, que utiliza denominaciones desconocidas para la mayoría, y que demuestra lo certero que puede llegar a ser el lenguaje cuando quien lo usa es también un fino observador.
- Enero es la totovía aflautando y el zorro tauteando.
- Febrero es el mirlo mirleando y el cárabo ululando.
- Marzo es la golondrina trisando y el mochuelo maullando.
- Abril es la cigüeña blanca crotoreando y el autillo silbando.
- Mayo es la perdiz roja ajeando y el ruiseñor concertando.
- Junio es la rana común croando y el grillo estridulando.
- Julio es la tórtola zureando y el corzo ladrando.
- Agosto es la chicharra garliendo y todos los demás callando.
- Septiembre es el rabilargo crocitando y el ciervo bramando.
- Octubre es el petirrojo resucitando y el ganso pasando.
- Noviembre es la grulla gruyendo y los patos parpando.
- Diciembre es el lobo otilando y la becada, la becada es silencio.
ESCUCHAR LOS SONIDOS:http://www.elmundo.es/especiales/2008/05/ciencia/sonido_naturaleza/sonidos_18_04_2008.html
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